Los niños y niñas en su instinto
creativo nombran con gusto su territorio. Lo saborean, lo huelen, lo sienten,
lo ven. Las palabras sencillas y, todavía sin pleno conocimiento de su uso,
vuelan y trazan el mapa del lugar que caminan y sueñan. El que los habita y les
habita sus memorias y sentidos, los que cada vez construimos sin importar lo
efímero de nuestras vidas, o precisamente por esa fugacidad. Una palabra como
huella y forma de vida. La palabra gratuita en la escuela es capacidad viva,
verdadero acto de aprendizaje y encuentro con el otro, simple gozo. La escuela
no solo es examen y tareas, es también donde nos cuentan cuentos y uno viaja y
se le olvida que está en ella y vuelve a la realidad enriquecido con un tesoro interior. Apertura
de la inocencia al canto, la luna y la montaña. Todos los textos de niños que
leo y sigo leyendo resplandecen. Aquí algunos del grado tercero y quinto.
Nuestra vereda
Lo
que más me gusta de mi vereda, son las montañas para escalar, los palos y los
árboles; me gustan las casas, el aroma
de las flores, la frescura del agua. Me
gusta el canto de los pájaros, los gurres de San Vicente, el olor de la bandeja
paisa cuando la como, las bicicletas y
los barcos de papel. Me gusta el aire que respiramos, los colores del cielo de
nuestro país, los árboles , las flores, los colores de la tierra; me gustan las
frutas, las aves, la escuela donde estudio, las mariposas cuando están volando
por el aire, sus alas, el canto de los gallos cuando me levanto, el olor de mi
pueblo, la iluminación del sol y las nubes. En una palabra: toda la naturaleza.
Karina Marín, Juan José Jaramillo, Derly Tatiana
García, Jenifer Alzate Ortiz y Jaider Ortiz. I. E. Chaparral. 3°
Mi vereda
Nosotros
vivimos en la vereda Chaparral. El lugar es sano y lleno de amor. Nos gusta
treparnos a los árboles. De lunes a viernes vamos a la escuela donde tenemos
muchos amigos. En nuestra casa tenemos perros, caballos y muchos cultivos de tomate.
También hay fincas aledañas. Cuando llueve hace mucho frío y las carreteras se
inundan. Hay establos con vacas lecheras. Jugamos a las escondidas. El lugar
está rodeado de montañas, hay armadillos. Esta es parte de la historia de
nuestra vereda.
Jennifer
Ospina Valencia. Gilary Montoya Alzate, Cristian Yesith Carmona Franco, Johan
Andrés Jaramillo. I. E. Chaparral. . 5°
Cómo vivimos los chaparraleños
Nuestra
zona es montañosa. Tenemos un clima templado. La base de primordial de nuestra
economía es la agricultura. También hay
una diversidad de árboles que adornan el
paisaje: los siete cueros, el eucalipto, entre otros. La comida típica es la
arepa de chócolo con quesito y mazamorra con panela. Para ir a la escuela nos recoge
una chiva. Estudiamos de ocho de la mañana a
dos de la tarde. El colegio está conformado por un parque de
diversiones, una cancha, la biblioteca y dos bloques (Primaria y Secundaria).
Las casas antiguas eran de barro y ahora son de adobe. Las familias antiguas
tenían muchos hijos y ahora casi no, se evidencia su escasez. En esta vereda
hay un centro de salud.
Mateo
Herrera , Maicol Alzate, Juan Pablo Ortiz Sepúlveda, Alex Marín Castrillón, 5°
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