Los niños y las niñas de Santa Fe de Antioquia se situaron en sus casas como lugares llenos de historias. Al principio muchos de ellos confesaron que allí no sucedía nada. Después se sorprendieron al ver que historias era lo que tenían para compartir.
Como punto de partida, para que reconocieran sus espacios, se les preguntó sobre aquellos acontecimientos tan cotidianos que a veces son tan difíciles de contar. 
De esta manera se nombraron hechos tan cercarnos que se viven a diario como cuando la mamá regaña al niño porque no quiere comer, el castigo por descuidar las tareas de la escuela, la vez que el niño dio tantas vueltas en la cama que se cayó y se despertó asustado, la ocasión en que la niña estaba sola en su casa y aprovechó para elevar su cometa…
Con la historieta se permitió visibilizar esos lugares tan comunes que por lo concurridos a veces no se sabe cómo abordarlos. Cuando son estos escenarios los que más se conocen porque son con los que se interactúan. Al reconocer esto se amplió la percepción de la casa. Esto fue un hallazgo y un asombro.
Historieta de Isabela Tangarife
Historieta de Sara Piedrahita
Historieta de Valentina Fernández
Historieta de Valery Miranda Trujillo
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